sábado, 16 de noviembre de 2013

Jaque al Rey



Disclaimer: Aunque parezca imposible, esta semana hablaremos (procuraremos hablar) de más cosas que del inminente aniversario de Doctor Who. Pero eso no quiere decir que no nos tomemos un momento para recordaros que estamos en plena #SemanaWhovian y que podéis participar en nuestro concurso por una marioneta de un Cyberman cortesía de Tween Draken Creatures.

Aviso para navegantes: Esta entrada contiene spoilers de la tercera temporada de esa genialidad llamada Person of Interest hasta su octavo episodio. El aviso es el mismo de siempre: leed con precaución, que el que avisa no es traidor.


Cuando hace poco más de dos años, allá por Septiembre de 2011, Person of Interest llegaba a las pantallas, la acogida no fue quizás la mejor del mundo. Era un thriller de acción sin más, procedimental – esa palabra que parece maldita para un amplio grupo de seguidores de la TV – para más INRI y tenía a Jim Caviezel en su pareja protagonista. El dúo protagonista lo completaba, eso sí, Michael Emerson, en su primer gran papel televisivo después de dar vida al gran Benjamin Linus de Lost.

La cosa tampoco es que empezara del todo bien. Aunque la premisa para la formación de este peculiar equipo de justicieros resultaba interesante y aportaba una cierta dosis de crítica al Gran Hermano (al sistema, no al reality), las historias se hacían repetitivas y no terminaban de arrancar como tales. En definitiva, parecía una serie entretenida pero destinada a ser flor de un día.
Evidentemente, la serie estaba empeñada en mostrar que nos equivocábamos y que había llegado a la parrilla para quedarse un tiempo. Con la temporada completa decidió tomar decisiones más arriesgadas en cuanto a trama e introducir personajes recurrentes que ayudarían a hacerla avanzar: HR, la CIA, Carl Elias, r00t...

Si aplicáramos la terminología taurina, la segunda mitad de la primera temporada fue la alternativa de Person of Interest y la segunda temporada su confirmación. Sobre todo, porque los guionistas supieron cerrar bien y a tiempo todo lo referido al pasado de John, que era quizás uno de los puntos más débiles de la trama, y se centraron en la Máquina como tal, que fue la verdadera protagonista de la segunda temporada.

Esta tercera temporada está siendo la temporada de Joss Carter. Al menos lo ha estado siendo hasta ahora. Tras los sucesos de la temporada anterior, la dura detective que encarna Taraji P. Henson se merecía una trama propia para ella sola y se la han dado. Y ha funcionado a la perfección su parte de la trama. Sin embargo, parece que ha llegado ha su fin esta semana con la caída ¿definitiva? de HR y de su líder. O no...

Pase lo que pase no significa que se hayan quedado sin nada que contar. Una de las grandes virtudes de Person of Interest es precisamente esa: sin perder su carácter procedimental más que en contadas ocasiones, son capaces de enlazar unas tramas con otras de manera muy fluida y dinámica sin que unas cosas estorben a las otra.

Ya desde la intensísima season finale de la pasada primavera se viene preparando lo que vendrá ahora. Llega el turno de r00t, su especial relación con la Máquina y la extraña alianza que parece haber forjado con Shaw. Eso es, al menos, garantía de que va a llamar la atención de todos los fans de la serie. Aunque sea por fanboyismo puro y duro.

Lo mejor de todo es que no nos han dado una sola pista acerca de lo que va a aportarnos esta nueva etapa de la serie. De las misteriosas palabras que r00t le dirige a Finch en sus encuentros en la biblioteca se puede deducir que se avecina un nuevo cambio de paradigma propiciado por el «God Mode» con el que finalizó la temporada pasada. Pero nada más.

La única pega que le pongo a la serie es que este año, con la ampliación del grupo protagonista y el foco en una Carter que ha abandonado el Departamento de Homicidios, hemos perdido un poco de vista a Fusco, que es uno de los mejores personajes de la serie. Esperemos que pronto podamos comenzar a verlo cada vez más.

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