sábado, 23 de noviembre de 2013

Las cosas del Doctor en la #SemanaWhovian: Bessie


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¡Ya está aquí! Hoy es The Day of The Doctor, el día del 50º Aniversario de nuestra serie de ciencia ficción favorita. En la #SemanaWhovian hemos decidido dedicar este último día a pasearnos por las cosas del Doctor, esos objetos curiosos que han ido apareciendo a lo largo de los cincuenta años que la creación de Verity Lambert lleva en este mundo.

Por eso, hoy en Bajo el Mar TV hemos querido dedicar este espacio y cederle nuestra voz a uno de los objetos más entrañables de toda la serie. Pero, como ya me habéis escuchado suficientemente esta semana pasada, es mejor que sea ella misma – sí, ella misma – quien os lo cuente. Con todos vosotros...
Aún recuerdo aquel día. Estaba yo todavía en el chasis y escuché la voz de mi padre hablando con un señor muy serio de bigote. Brigadier Alistair Gordon Lethbridge-Stewart se llamaba aquel señor y le estaba explicando a mi creador qué clase de coche quería. Porque sí, soy un coche. Un roadster Siva Edwardian, pero no un roadster cualquiera. Mi nombre es Bessie.

Cuando estuve terminada, me subieron a un camión y me transportaron hasta el Cuartel General de U.N.I.T. Resulta que aquel señor del bigote, que debía ser el que mandaba más en aquel sitio, no iba a ser mi dueño, sino que pertenecería a un señor de pelo blanco, ojos saltones y camisa con chorreras al que todo el mundo llamaba Doctor pero nadie sabía cómo se llamaba de verdad. Al parecer había quedado prendado de un hermano mío rojo poco antes y se había empeñado en tenerme.

Vale, el Whomobile molaba. Pero yo molo más.
Pero las modificaciones que me habían hecho en la fábrica no eran suficientes para él. No era lo suficientemente única, así que él mismo me abrió el capó e introdujo nuevos detalles que me harían más especial que ningún otro coche que haya rodado por la faz de la tierra. Bueno, sí, estaba ese... – ¿cómo le llamó? – Whomobile por el que quiso sustituirme. Pero claro, volaba y todo. ¿Cómo voy a competir contra él?

Así, durante muchos años fui "la Otra". Sí, sí, la otra. Porque la primera, una tal TARDIS, se había empeñado en no salir de casa, pero The Doctor necesitaba moverse. Un espíritu libre, un hombre de acción, ¡un héroe! no puede estar constreñido en un solo lugar dependiendo de otros para desplazarse. No, The Doctor me necesitaba y allí estaba siempre yo, como fiel montura, dispuesto a seguirle en la batalla.

Era suya y solo suya. De eso se encargó él personalmente ingeniando un mecanismo para que a nadie se le ocurriera robarme: un campo de fuerza magnético que les impedía separarse de mí. No les hacía mucha gracia a los ladrones, pero digo yo que si tanto me querían tampoco era demasiado castigo estar pegados a mí, ¿no? Además, The Doctor podía controlarme a distancia. ¿Cuántos coches conoces que hagan eso, eh?

Era la más rápida del lugar, la más rápida que se haya visto jamás, de eso también se ocupó The Doctor
nada más llegué a su laboratorio. Me instaló un "hipermotor de mínima inercia" (o algo así) y alcanzaba velocidades prodigiosas. Sí, puede que como aquel sieso del Brigadier me veas y te creas que no soy más que un viejo pedazo de chatarra, pero él también probó en carne propia lo "pedazo de chatarra" que puedo llegar a ser.

El Doctor bajito, el Brigadier ya viejo y una china.
Pero claro, luego llegó el Whomobile ese y, poco más tarde, a la "otra" le dio por volver a salir de casa. ¿Quién puede competir contra aquello? Y me volví al garaje, abandonada, durante bastante tiempo. Un día, un técnico vino. Me quitó la matrícula y la cambió por una que ponía "WHO 7". A las pocas horas, me llevaron a casa del Brigadier, que había envejecido bastante desde la última vez que nos vimos y entonces lo volví a ver...

No parecía la misma persona. Eso es lo curioso del Doctor, que cambia. Esta vez era bajito, llevaba sombrero y un paraguas con forma de interrogante, pero yo sabía que era él. Ya lo había visto cambiar una vez, justo antes de abandonarme, cuando se convirtió en aquel señor raro de la bufanda larga. Y había conocido a otros tres cuando aquel rayo me alcanzó y casi acaba conmigo.

Aquella no fue la última vez que lo vi. El de la melena y el del pelo rapado también vinieron a verme alguna vez, aunque en esas ocasiones no salimos por la tele. Quizás algún día vuelva. Mientras tanto, igual que esperé tantos años para volver a verlo, aquí sigo, en mi garaje personal de U.N.I.T. siempre dispuesta a unirme a una nueva aventura con The Doctor.



Hasta ahora en la #SemanaWhovian:

Los Lunes SeriéfilosEl Sexto Doctor | Vashta Nerada | Teléfono de la TARDIS
Bajo el Mar TVEl Séptimo Doctor | The Master | Con Pertwee no sólo llegó el color | Bessie
La Mente ColmenaEl Octavo Doctor | Cybermen | Time Vortex
Capítulos en FF: El Noveno Doctor | The Empty Child | Llave de la TARDIS
Todo Sobre Series: Rose Tyler | Pajarita del Doctor
Frikimalismo: El Décimo Doctor | Sontaran | K-9
TV Spoiler Alert: Martha Jones | Gafas 3D
No Entiendo el Final: Donna Noble | Rosanna Calvierri | Cuna del Doctor
En tu Serie o en la Mía: River Song | Weeping Angels | Superphone
Frikarte: El Undécimo Doctor | The Family of Blood | Papel Psíquico
El Octavo Pasajero: Los Pond | Lady Cassandra | Diario de River Song
Como un Fénix: Clara (Oswin) Oswald
Series Gourmets: Torchwood

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