lunes, 9 de diciembre de 2013

Las series del parón


Ya ha llegado el parón de invierno para la mayor parte de las series. Yo soy de esos que aprovechan estas fechas para revisar aquellos estrenos que había dejado de lado al inicio de temporada y la crítica general recomendaba. En mi caso han sido cuatro, bastante dispares entre sí: The Blacklist, Sleepy Hollow, Masters of Sex y Almost Human.

Seguramente todas ellas merezcan un post exclusivo más adelante (empezando por Masters, cuyo final de temporada llegará la semana que viene) pero por lo menos vamos avanzando trabajo con las primeras impresiones que me ha dejado lo que llevan de temporada.
En un inicio de temporada más bien decentillo, es normal que una serie con ciertas pretensiones como Masters of Sex destaque por encima de la media general de los estrenos del nuevo año. Basada en hechos reales, cuenta sobre todo con una realización y una interpretación muy cuidada. Sin embargo, a poco que se rasca se ve que tampoco es para tanto. O, al menos, a mí no me parece para tanto. Aún así, no deja de ser una serie más o menos entretenida de ver, con una trama interesante, sobre todo como reflejo de la sociedad de mediados del XX a través del prisma de... Bueno, el propio título lo dice.

Personalmente, aunque reconozco que objetivamente se podría considerar Masters of Sex como la mejor de las cuatro, he conectado mucho más con las otras tres. Especialmente con The Blacklist. Aunque, a nivel interpretativo especialmente – salvando a James Spader, que se come a cualquier otro actor que aparezca en escena con él –, tiene sus defectillos, presenta un argumento interesante, entrelazado muy bien con el esquema procedimental. Su gran punto a favor es Spader, que consigue vendernos desde el principio a Raymond Reddington. Si fallara eso, hubiera sido un pufo bastante importante.

Sleepy Hollow, por su parte, es de esas series que a poco que las veas con ojo crítico hacen aguas por todos los lados. Y, sin embargo, funciona. Vaya si funciona: la FOX le ha dado ya la temporada completa, una finale de dos horas y una segunda temporada a Ichabod Crane y Abbie Mills. Y es que aunque el argumento sea un poco chufas (es un procedimental que mezcla la historia de Sleepy Hollow con el Apocalípsis y National Treasure [La Búsqueda] y rollos esotéricos de forma a veces un poco forzada demás) y la ejecución tampoco es que sea nada del otro mundo ha conseguido crear una química y una conexión entre los actores y entre serie y espectadores que realmente hace disfrutar. Y yo  es lo que más le pido a una serie de TV: que me haga disfrutar, que me entretenga.

Finalmente, Almost Human es lo que vende: una serie de "buddy cops" en un universo que recuerda a Blade Runner. Ha empezado bien, a buen ritmo. Nada del otro mundo y con ciertos defectillos, pero la química (artificial) entre los personajes funciona y la serie se hace agradable de ver cuando uno se olvida de pedirle que sea una obra maestra. Digo química artificial porque, como decía Adri el otro día en Vayatele, se han comido los primeros episodios en los que se iba creando esa química y han pasado del piloto al capítulo 5. En poco nos encontraremos con los capítulos 2-4 y veremos cómo se construyó... Aunque se hace entretenida, está pasando por dificultades en la audiencia y es posible que su futuro sea bastante negro. Tampoco se pierde tanto.

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